domingo, 14 de mayo de 2017




 Masaje  Shantala
El masaje Shantala es una técnica antigua cuyo origen es la India, que ha sido transmitida de generación en generación de madres a hijas.
El Shantala proviene del Ayurveda, la medicina tradicional de la India, con más de cinco mil años de historia.


 En los años ’60 fue incorporado al mundo Occidental por el obstetra francés Frédérick Leboyer, precursor del parto sin violencia, quien en un viaje a la India observó a una madre realizar unos masajes a su bebé. El Dr. Leboyer quedó impresionado al ver los efectos terapéuticos de ese masaje y decidió darlo a conocer en Europa; a partir de ese momento y bajo el nombre de Shantala, en honor a una madre Hindú que conoció en dicho viaje, cuyo nombre era Shantal.
Leboyer se preguntó: ¿Qué comienza con la vida? y se respondió, “Lo que comienza es el miedo: el miedo y el niño nacen juntos. Miedo a un mundo desconocido.
¿Qué calmará al bebé? La voz tranquilizadora de la mamá, sus caricias, el contacto con otro humano que puede no ser su madre biológica, pero si la persona que cumple con ese rol.
Pero qué ocurre con un bebé que nace con la necesidad de recibir cuidados médicos y no puede estar en brazos de su mamá, que influencias tiene sobre el buen desarrollo de su sexualidad.
Habíamos hablado en su momento de un proceso básico que condiciona la sexualidad infantil -y en muchos casos la adolescente y la adulta- y era el de vinculación afectiva, que va a influenciar en la adquisición de la identidad sexual y el rol de género
Y en este proceso se juegan dos cosas fundamentales.
La primera es el grado de confianza o desconfianza con que se va a relacionar, primero siendo bebé recién nacido con su mamá y su papá, con familiares cercanos, más tarde con las amistades y, de adultos, con las personas con las que  se relacione en intimidad sexual.
La segunda es la capacidad de comunicarse, apoyarse emocionalmente y acariciarse en la intimidad sexual.
Los bebés que al nacer necesitan de cuidados neonatales por cualquier motivo, serán menos acariciados, tocados y mimados.


Las personas que no han recibido caricias y afecto de pequeñas, presentan serias dificultades en su madurez, para manifestar su amor por los demás, con los problemas que esto acarrea.
El contacto corporal desde el nacimiento es tan vital como el oxígeno. Esa caricia, además de comunicación primaria que da seguridad y bienestar durante el primer año de vida, envía señales al cerebro que activan respuestas de crecimiento y garantizan un desarrollo saludable.
Una caricia revitaliza y se nos devuelve en forma de energía. El masaje Shantala es, pues, una excelente herramienta para poder renovar día a día ese vínculo con el bebé, niño o adulto  .


Ayuda a tomar conciencia de todas las partes de nuestro cuerpo .
Una piel que se toca se vuelve más receptiva y sensible, afloja toda la tensión, disminuye el miedo, se recupera la capacidad de sentir.
Por eso introducir la técnica de Shantala aporta beneficios, mejora y profundiza la comunicación.
Es importante remarcar que las caricias son una necesidad humana básica, que una persona que no reciba caricias de ningún tipo presentará secuelas físicas y psíquicas.
Cuando los centros cerebrales del placer están privados de caricias tenemos dificultades para experimentarlo; la necesidad insatisfecha genera frustración, desconfianza en nosotros mismos y en los demás, y puede tener como consecuencia actitudes violentas.
Deberán saber además que las caricias del Shantala pondrán en marcha esa usina interna que activa el motor sexual.
La cantidad de oxitocinas (Péptido producido por nuestro organismo) aumenta cuando recibimos caricias. Este incremento de oxitocinas tiene, entre otras, una acción relajante.
Hay activación de la secreción de endorfinas, hormonas que están relacionadas con la sensación de bienestar.
Hay disminución de cortisol y norepinefrina, hormonas ligadas a la ansiedad y el stress.
La caricia pone en marcha las secreciones glandulares que influyen en la homeostasis (equilibrio de nuestro medio interno).
La persona acariciada se siente reconfortada y cuidada.
Las caricias:
·                    Refuerzan nuestra identidad.
·                    Aumentan nuestra sensación de autoestima.
·                    Hacen que nos sintamos queridos.
·                    Nos alejan de la soledad y nos acercan a los demás.
·                    Nos tranquilizan.
·                    Nos permiten recuperar el placer de nuestro cuerpo.
·                    Mejoran nuestra sexualidad.
·                    Crean lazos de unión, nos dan cohesión, sentido de pertenencia.
·                    Nos aportan felicidad.
·                    Hacen que nos sintamos protegidos.
El Shantala en adultos tiene un valor agregado respecto del de los bebés. Mientras que en los bebés el Shantala no puede demorar mucho, ya que mantienen momentos de atención cortos (apenas 20 minutos),
 en los adultos se dispondrá de más tiempo, pues, además del recorrido de cada segmento (ej.: el brazo de un adulto es más largo que el de un bebé), se reforzarán aquellas zonas en que sea necesario por alguna dificultad específica.
Especialista en Estimulación Adecuada/Temprana.
Sexóloga Educativa.

Tecnica shantala